Mercado de capitales: Invisible, pero fundamental
Guillermo Tagle Presidente Credicorp Capital Chile
- T+
- T-
Guillermo Tagle
El aporte del mercado de capitales al desarrollo de nuestros países fue el tema principal del Encuentro de APEC y de los países de la Alianza para el Pacífico (AP), organizado por el IFC en Lima la semana pasada. Un tema de poca visibilidad política, pero de enorme trascendencia para el porvenir de nuestros pueblos.
Para los países de Asia y también los de nuestra región, es hoy un desafío mayor conseguir recursos que permitan progresar. Que los capitales fluyan fácil y con la menor cantidad de fricciones, desde donde se generan o disponen con abundancia, hacia donde se requieren y necesitan con urgencia.
Lamentablemente, esto logra poco “rating” en el debate político y en la atención del público. Es, en general, un tema que se considera de interés particular para los pocos agentes que operan en el mercado, no un factor de política pública que incumbe y que afecta la vida de todos.
Contrario a lo que los chilenos imaginamos y valoramos como aporte del mercado de capitales a nuestra historia, para la mayoría de los representantes que asistieron al citado encuentro del IFC, Chile sigue siendo un ejemplo a seguir, un país admirado por la forma como ha logrado hacer que su mercado de capitales aporte al desarrollo. Pocos países (de los que forman parte de esta organización) cuentan con un mercado de capitales que permita generar crédito de largo plazo para la vivienda, o que haya logrado financiar a través de entidades de su mercado la construcción de obras de infraestructura pública como autopistas, carreteras urbanas, puertos y aeropuertos. Muchos de esos países sueñan con tener empresas que provean agua potable, y que las inversiones necesarias para su abastecimiento y posterior tratamiento de aguas servidas puedan ser provistas por instituciones con recursos disponibles para el largo plazo.
Muchas de esas cosas que en Chile tenemos, que hoy las damos por descontadas, son aspiraciones naturales y necesidades básicas para nuestros vecinos y países socios de APEC y de la AP.
En Chile estamos en una etapa de mayor desarrollo, pero a mitad de camino. El mercado de capitales tiene la posibilidad de seguir aportando, pero para ello debe seguir fortaleciendo su institucionalidad, para generar confianza y ampliar el espectro de sus capacidades a actividades y tareas donde todavía no llega con fuerza: como el financiamiento al emprendimiento y la innovación, y el acceso a capital a menor costo a empresas sin el tamaño requerido para poder acceder al mercado con facilidad.
Todos en nuestra región sueñan con convertirse en la plaza de preferencia para que los países vecinos concurran en la búsqueda de soluciones a sus necesidades de financiamiento e inversión. Pocos tienen una posibilidad tan real y concreta para alcanzar esas posición como la tiene Chile hoy.
Podemos generar una fuente de creación de bienestar para todos a través de la exportación de servicios financieros para la región. Hay que hacer cambios administrativos, regulatorios y tributarios; cambios significativos, pero perfectamente posibles. Chile tiene una ventaja competitiva que debe aprovechar. Su historia, su experiencia, sus instituciones, su credibilidad internacional, el ahorro acumulado (relativo al tamaño de su economía), su mercado bursátil, su nueva regulación (liderada por la CMF), su desarrollo tecnológico, sus autoridades y sus emprendedores; son todos factores que generan hoy una oportunidad que no podemos dejar pasar.
La próxima generación lo merece, la generación actual puede realmente hacerlo.